Estudiante y egresado de College UC fueron premiados en Concurso Literario del Gobierno

El ministerio de las Culturas anunció entre sus ganadores a Sofía Troncoso y a Jesús Ponce, estudiante y egresado de la Licenciatura en Artes y Humanidades, respectivamente.

 

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Cada año, el ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio anuncia a las personas ganadoras del Concurso Literario en sus ocho categorías: Mejores Obras Literarias, Escrituras de la Memoria, Roberto Bolaño, Amster-Coré, Marta Brunet, Narrativa Gráfica, Publicaciones Digitales e Investigación y Humanidades, que se sumó recientemente.

Para esta trigésima convocatoria dos integrantes de la comunidad College fueron premiados por el ministerio: se trata de Sofía Troncoso y de Jesús Ponce, estudiante y egresado de la Licenciatura en Artes y Humanidades, respectivamente.

Sofía ganó el distinguido premio Roberto Bolaño en la categoría B (18 a 25 años) por su obra Funerales, en tanto, Jesús fue reconocido por Mejores Obras Literarias en la categoría obre inédita por su novela Vivero. Instalaciones sobre el ritmo, lo senil y lo vegetal.

En esta nota conversamos con ambos autores sobre sus motivaciones y proyecciones a partir este reconocimiento.

¿Cómo fue el proceso creativo para poder escribir tu obra? ¿Qué querías transmitir?

Sofía: “La novela Funerales es una netamente sobre el duelo, la pérdida y el reencuentro con una misma a través de estas experiencias. Honestamente, fue un trabajo muy fuerte: escribí la novela completa en diecisiete días con el tema dando vueltas en mi cabeza durante todo un mes. Recuerdo haber estado escribiendo hasta que anochecía, desde temprano, y solamente la pantalla me iluminaba cuando terminaba. Pensé mucho tiempo - y aún lo pienso - que, si solo una persona lograba cambiar su visión, su perspectiva o su posición en el mundo por leerme, lo que habría escrito valdría la pena”. 

Jesús: “Gracias al profesor Pablo Hermansen, con quien compartíamos una fascinación por el post humanismo y los seres más que humanos pude hace una investigación que trató sobre la relación de coexistencia entre seres humanos y seres vegetales. Siendo este el fenómeno al que le preste mayor atención, y de lo que terminó tratándose mi memoria de título, fue sobre el conflicto de los ritmos humanos y vegetales. Esto coincidió con que la demencia de mi padre avanzó drásticamente. Fue entonces cuando comencé a preguntarme qué de todo aquello que estaba aprendiendo sobre el ritmo de las plantas podía utilizarlo para empatizar con este nuevo ser en el que estaba convirtiéndose de a poco mi papá”

Me propuse buscar cómo, desde el cuidado y la coexistencia con las plantas, podía generar nuevos modos de cuidar y querer a mi papá tal como es ahora. Intentar alejarme lo más posible de que nuestra relación se basase en mis lamentaciones porque su memoria estaba desapareciendo. Amarlo en este presente extraño que compartimos producto de este padecimiento neurovegetativo”.

¿De qué manera esperas que las personas que lean la novela se vinculen con la obra?

Sofía: “Espero, precisamente, que sea una novela acogedora para aquellas personas que no se encuentran en un buen momento. Que alguien pueda sanar a través de lo que escribí sería el mayor de los lujos. En mi novela toco muchas partes de lo que es el proceso de vivenciar pérdidas y espero también sea un acompañamiento para quienes lean, porque, a pesar de ser ficción, también puede devolvernos a un lugar en que nos podemos reencontrar con aquello amado, perdido, enfrentado y devuelto hacia nosotros”. 

Jesús: “La manera en la que espero las personas lean esta obra es con la mayor intimidad posible. En Vivero abrí una ventana a mi cotidianidad, a mis conflictos personales y familiares. Y si bien, fueron atravesados y torcidos por la ficción, los afectos son reales. Son cosas que dan forma a mi ser como escritor. Pero, por sobre todo, es una novela que deja al descubierto mis intentos sinceros de tocar, aunque sea por algunos instantes, algo realmente desconocido. Alguna cosa que escape a la comprensión y que, por ende, toda pretensión por describirlo con palabras se muestre explícitamente como lo que es: un intento que, aunque sé que fallará en su cometido, no deja de ser una exploración sincera. Una que busca pensar nuevos modos de existencia”.

¿Qué proyecciones tienes de aquí en adelante con este reconocimiento?

Sofía: “Estoy trabajando con la editorial Trazos de Aves para que vea su formato físico y digital el próximo año. Quiero seguir escribiendo, no hay otro camino, y seguir alcanzando metas. Sin embargo, por ahora deseo, sobre todo, disfrutar lo que implica este emblemático premio. Llevo años escribiendo y, sin duda, se vienen tiempos muy interesantes para mí, por lo que quiero aprovechar cada minuto”.

Jesús: El premio fue un parteaguas que me indicó un camino claro a seguir. Estuve mucho tiempo debatiéndome el hecho de a que quería perfilar mi carrera, y con este premio creo que el camino se muestra un poco más claro. Los cruces entre la literatura, el arte y la investigación académica serán desde ahora en adelante mi principal vector de trabajo. Así que se vienen nuevos libros y nuevas investigaciones. Sin embargo, espero nunca olvidar lo importante que es para mí el hecho de aquello que aprendí en mis años en la universidad: la transdisciplina ilumina de nuevas maneras lo que creemos conocer. Transforma al mundo en un “extraño conocido” con el que debemos trabajar para un futuro planetario más justo.